22 de noviembre de 2017

Camino

Debemos caminar sin pensar porque haya sólo un camino. Un explorador no medita: camina absorto en la novedad, decidiendo, tomando todo en consideración, buscando señales, sospechando fieras o aguas. Un caminante del camino llano, del camino recto entre praderas, no piensa. Sólo camina. No se embebe de la misma forma que el explorador en el mundo. Su camino es interior. Se aquietan sus pensamientos mientras viaja al centro de sí.

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