24 de febrero de 2014

Saltar la valla

No hay muro lo suficientemente alto. 



(...) de amplia y magnífica construcción y había sido creada por el excéntrico aunque majestuoso gusto del príncipe. Una sólida y altísima muralla la circundaba. Las puertas de la muralla eran de hierro. Una vez adentro, los cortesanos trajeron fraguas y pesados martillos y soldaron los cerrojos. Habían resuelto no dejar ninguna vía de ingreso o de salida a los súbitos impulsos de la desesperación o del frenesí. La abadía estaba ampliamente aprovisionada. Con precauciones semejantes, los cortesanos podían desafiar el contagio. Que el mundo exterior se las arreglara por su cuenta; entretanto era una locura afligirse. El príncipe había reunido todo lo necesario para los placeres. Había bufones, improvisadores, bailarines y músicos; había hermosura y vino. Todo eso y la seguridad estaban del lado de adentro. Afuera estaba la Muerte Roja.
Edgar Allan Poe, La máscara de la muerte roja

La imagen, de Guerra mundial Z

El vídeo que he visto esta mañana, tras aguantar la publicidad, y que no olvidaré, de El país: 
http://politica.elpais.com/politica/2014/02/24/videos/1393245288_048141.html



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